viernes, 6 de agosto de 2010

El oído humano no está hecho para escuchar música

Los oídos no pueden protegerse de la música relativamente alta.

Aunque el oído dispone de reflejos que lo protegen de ciertos tipos de ruido, no puede tomarse ninguna medida cuando el nivel de ruido se encuentra por encima de los 120 dB.

El tiempo de reacción (30-40 milésimas de segundo) es una limitación en sí, dado que es muy poco tiempo para proteger el oído del ruido creado por los seres humanos.

La combinación de tres factores diferentes podría tener como resultado una alteración de audición después de escuchar música:
 La duración del tiempo de escucha.
 La cercanía a la fuente de sonido.
 Lo alto que se escuche la música.
No importa cuanto se suba la música cuando la escuche, la norma general es que cuanto más tiempo la escuche, mayor será el estrés de los músculos del oído interno. La fatiga de los oídos puede tener como resultado un desplazamiento temporal del umbral auditivo, limitando la cantidad de sonidos de tono bajo que puede llegar a oír.

Y cuanto más someta a sus oídos a esta fatiga, mayor será la probabilidad de que sufra una alteración de audición permanente.

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